Villa Mascardi: la comunidad Wiritray habló de “delincuencia organizada” en referencia a la Lafken Winkul Mapu y acusó de “pantomima” a la celebración mapuche a orillas del lago

Los integrantes de la Lof Wiritray, con presencia histórica en Villa Mascardi, hablaron del atropello que sufren por parte del Parlamneto Mapuche y el propio Estado. A través de una carta abierta repudiaron los hechos de violencia y mencionaron que la “politiquería barata” también los afecta en su ancestral cosmovisión. A su vez acusaron de “pantomima” a la celebración mapuche a orillas del Mascardi que algunas organizaciones, entre las que se encuentra el Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (CODECI), realizaron el pasado domingo y que terminó con nuevos incidentes.
En el Día del Respeto a la Diversidad Cultural (12/10) la comunidad mapuche Lof Wiritray volvió a romper el silencio con una nueva comunicación en la que hablaron del atropello de las organizaciones indígenas, y del propio Estado, en torno al conflicto que se mantiene latente en Villa Mascardi desde 2017.
A través de una carta pública, y a una semana del inicio del operativo de desalojo en manos de las fuerzas federales, a 30 kilómetros de Bariloche, recordaron que la Lof Wiritray es la única comunidad mapuche reconocida en esa zona y dijeron ser “víctimas silenciadas” de quienes forma parte de la “delincuencia organizada” que se asentó en un predio de Parques Nacionales. En esa línea señalaron a las autoridades del Consejo de Desarrollo de Comunidades Indígenas (CODECI), la Coordinadora del Parlamento Mapuche, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y otros organismos estatales que “asisten, financian, y que están flagrantemente coludidos en la comisión de delito tras delito”.
En el texto también recordaron su lucha pacífica por el reconocimiento de sus derechos como pueblo originario y que todo el camino realizado se ve “enchastrado” por “nefastos personajes”. En este punto es que mencionaron la intervención de actores que en su “ceguera ideológica” no logran ver el perjuicio a las demás comunidades que buscan ejercer sus derechos en sus históricos territorios.
Sin embargo, el hecho que generó especial molesta en la Lof Wiritray tuvo que ver con la ceremonia religiosa que se realizó días atrás a orillas del lago Mascardi y que fue comunicada a través de un nuevo enfrentamiento con los agentes que se encuentran en ese sector. Aquella acción, de la que participaron autoridades del CODECI, fue calificada como una “pantomima mediática”, con personas ajenas a la comunidad, y que provocó el desequilibro de la espiritualidad de quienes mantienen presencia histórica.
Según explicaron, esa ceremonia afectó a la “ancestral cosmovisión y cosmogonía” en el territorio “sin ningún tipo de justificación ni pretexto válido más que algún capricho de politiquería barata”. Pero los calificativos no terminaron allí porque además mencionaron que se trató de una “bajeza” que lesionó la autonomía y autodeterminación territorial de la comunidad Wiritray.

“Ya no sólo nuestros vecinos sufren de vandalismo material, ejercido por parte de éstos anónimos forasteros desde hace más de 5 años, sino además nosotros padecemos el vandalismo espiritual que supone la mala praxis ejercida por estos intrusos, que nada tienen que andar escenificando sus fantochadas en nuestro territorio comunitario, sabiendo las consecuencias que acarrea en nuestra mapu el desequilibrio de fuerzas, por andar entrometiéndose donde nadie los llamó, mintiendo alevosamente, ejerciendo la más atávica y estólida violencia para con todo el mundo, bajo el manto de la sorda y cómplice impunidad estatal”, agregaron.
Desde la comunidad Wiritray remarcaron por “enésima vez” que el único sitio sagrado en Villa Mascardi es el que se encuentra en el corazón de su territorio y que tiene reconocimiento jurídico a través de la ley 26.160. “Misma ley que además también reconoce nuestra presencia histórica, como pretérito territorio de veranda de nuestros kuifikeche yem, nuestros antepasados, el actual sector en conflicto, recientemente desalojado por las fuerzas de seguridad del Estado. Mismo sitio que aún conserva los históricos cuadros en los que nuestros bisabuelos y tatarabuelos pastaban su ganado”, destacaron.
Por último, criticaron el accionar de los dirigentes y acusaron que “ser una comunidad pacífica, dialoguista y actuar bajo el manto y el amparo de la ley no sirve, no corresponde, no procede, solamente sirve el actuar de facto, y hablar el idioma de la violencia y la victimización”.
El texto completo
“La comunidad mapuche Lof Wiritray, siendo la única comunidad mapuche, histórica y genuinamente reconocida en los márgenes de la costa del Relmü Lafken, denunciamos nuestro más absoluto repudio al atropello del que venimos siendo constantes víctimas silenciadas por acción directa u omisión, tanto por parte de la delincuencia organizada que arribó a nuestro territorio en 2017, como por parte de las autoridades del CODECI, de la Coordinadora del Parlamento Mapuche, del INAI, y demás estamentos estatales que los amparan, asisten, financian, y que están flagrantemente coludidos en la comisión de delito tras delito, por parte de los primeros ya mencionados.
Nuestra constante lucha pacífica por el reconocimiento de nuestros derechos como pueblo originario preexistente a los Estados Nacional y Provincial, por la integración y el respeto intercultural, por el derecho a coexistir en la diversidad de pensamientos, procesos de la que nuestra Werken Clarisa Montenegro fue un pilar y un ejemplo a seguir, hoy en día se ve enchastrada y tergiversada por éstos nefastos personajes, que en su ceguera ideológica no logran ver, que a quienes más perjudican es a nuestros hermanos, muchos de los cuales aún luchan por ejercer sus derechos soberanos en sus históricos territorios.
Desde ya repudiamos enérgicamente cualquier tipo de conductas y apelación a la violencia irracional, al fuego, a las balas, vengan del lado que vengan. Nuestro pueblo mapuche, históricamente fue un pueblo que cultivó el diálogo y el respeto cómo filosofía de vida, eso es lo que nuestros mayores nos legaron, y eso nunca debe olvidarse.
Pero la gota que ya colmó nuestra paciencia es la pantomima mediática de pretender hacer una puesta en escena, de una ceremonia de ngvillatun a orillas del Lago, en nuestro territorio, sin ningún tipo de consulta libre previa e informada a nuestra gente, llevada a cabo en su totalidad por personas totalmente ajenas a nuestra comunidad, con la plena anuencia, acompañamiento y participación de las autoridades del CODECI, que se supone deberían conocer de antemano, la profunda gravedad del asunto, que supone el yuxtaponer porfiadamente a gente forastera a nuestra Relmü Lafken comunidad, en nuestro territorio, para desequilibrar toda nuestra espiritualidad, todo el equilibrio de nuestro ixrofill monguen, de nuestra fillke mapu, de nuestros ngen lafken, ngen mahuiza, ngen lemu…
Desequilibrar toda nuestra ancestral cosmovisión y cosmogonía, en nuestro territorio, sin ningún tipo de justificación ni pretexto válido más que algún capricho de politiqueria barata. Éste acto inconsulto no sólo es una bajeza, una total falta de respeto, sino que además lesiona nuestra autonomía y autodeterminación territorial, de la que tanto hablan y se llenan la boca en los medios de comunicación éstos dirigentes. O sea, ya no sólo nuestros vecinos sufren de vandalismo material, ejercido por parte de éstos anónimos forasteros desde hace más de 5 años, sino además nosotros padecemos el vandalismo espiritual que supone la mala praxis ejercida por estos intrusos, que nada tienen que andar escenificando sus fantochadas en nuestro territorio comunitario, sabiendo las consecuencias que acarrea en nuestra mapu el desequilibrio de fuerzas, por andar entrometiéndose donde nadie los llamó, mintiendo alevosamente, ejerciendo la más atávica y estólida violencia para con todo el mundo, bajo el manto de la sorda y cómplice impunidad estatal. Reiteramos por enésima vez, que el único rewe como tal, o entiéndase “Sitio Sagrado”, en toda la zona, está en el corazón del territorio de nuestra comunidad, y ya fue debidamente relevado en su momento, por el reconocimiento jurídico catastral de la ley 26.160. Misma ley que además también reconoce nuestra presencia histórica, como pretérito territorio de veranda de nuestros kuifikeche yem, nuestros antepasados, el actual sector en conflicto, recientemente desalojado por las fuerzas de seguridad del Estado. Mismo sitio que aún conserva los históricos cuadros en los que nuestros bisabuelos y tatarabuelos pastaban su ganado. Pero pareciera ser que, a éstos dirigentes, ser una comunidad pacífica, dialoguista y actuar bajo el manto y el amparo de la ley no sirve, no corresponde, no procede, solamente sirve el actuar de facto, y hablar el idioma de la violencia y la victimización. Cómo comunidad llamamos nuevamente a la paz y a la concordia, pero siempre que sea respetando el derecho, la justicia y la verdad de las cosas.
Fey ta rvf zvngun.
Lof Wiritray”
Fuente: Bariloche 2000.